AUTOBIOGRAFÍA YÓGUICA

Me acerqué al Yoga  a los 26 años en 1997, año sabático donde la corriente de la vida me llevó  desde Argentina a San Diego, California. Mi primer encuentro con esta disciplina fue a través de una Profesora del método Iyengar.  Luego de 3 meses de práctica y ya listos para emprender nuestro Road Trip desde San Diego a Argentina, me compré un libro de Geeta Iyengar y así acompañada por mi libro, mis dos perros y mi pareja, partí hacia la aventura.  En los lugares más remotos de América, sacaba mi libro, mi mat de yoga y contemplando océanos, montañas, volcanes y selvas, hacía mi práctica. Podría decirse que Iyengar me dio mi primera experiencia corporal profunda: músculos, articulaciones, tendones … rincones del cuerpo que descubrí y exploré.   

Un año más tarde, llegamos a Buenos Aires los 5: mi pareja, mis perros, mi yoga y yo! Desde ese año sabático, nunca más me alejé de la práctica. Buenos Aires me recibió con aires de Aṣtaṇga y asi comenzó mi relación con este estilo, relación que duraria 10 años!  Los primeros tiempos de la mano de Marcela de la Llave, bella profesora y amiga. 

A mis 30 años, la corriente de la vida me llevo a vivir esta vez a  Londres, donde realice workshops con Lino Miele, John Scott y el guru del Aṣtaṇga Śri Pattabhi Jois. El Aṣtaṇga me desafió corporalmente y me regaló el corazón de esta práctica: la respiración consciente, el sonido del Ujjāyi.

Regresando a mi país luego de vivir 2 años en Londres, cerrando una etapa y a punto de abrir otra, en ese momento  cuando la página aún está en blanco, es cuando supe que quería compartir con otros los beneficios que yo había experimentado en mis 7 años de práctica.  Me propuse estudiar esta disciplina para poder enseñarla a otros.

Buenos Aires  me recibió con aires de  familia, y así nació Violeta uno de los amores de mi vida .  

Entre teta y teta, volví al Aṣtaṇga y comencé en al año 2004 mi primer porfesorado de yoga en Yogakai donde  estudié 2 años. Esté profesorado  me dió sed, sed de saber más, de profundizar más!

Entre hija e hijo: Jaime nació en el 2006 (segundo amor de mi vida) comencé a enseñar y a investigar donde podia saciar mi sed de Prāṇāyāma de Yoga Sutras, entonces encontré la Escuela de Krishnamacharya y de la mano de Juan Pablo Martin comencé mi segundo Profesorado de Yoga.  Fueron dos años y medio de enriquecimiento y transformación personal. 

El linaje de Krishnamacharya me regaló un entendimiento profundo de la práctica de Āsanas y Prāṇāyāma. Me enseñó que la práctica diaria, aunque sean 15 minutos, esa práctica íntima, personalizada, ese espacio que uno se genera todos los días para conectar con el cuerpo, la respiración, las emociones,  es más potente que una hora y media de Āsanas dos veces por semana.

Me abrió la puerta a los Yoga Sutras, pilar de esta disciplina, tratado filosófico escrito 500 años AC.  El estudio de esté texto tan sagrado para los yoguis, es un viaje hacia la comprensión del ser humano,  como funciona la mente, entender nuestros obstáculos, porque sufrimos y cual es un posible método para ir de un estado de constricción a un estado de plenitud.  

En esos años de profesorado Juan Pablo trajo profesores de nuestra escuela en la India:

  • Dr N. Chandrasekaran con quien realizamos un módulo sobre Yogaterapia
  • Kausthub Desikachar con quien realizamos un módulo sobre  Meditación

Si hablamos de Meditación hablamos de Mantras, y así es como descubrí esta gran herramienta: El SONIDO, los mantras en la práctica de Āsanas, los mantras en la práctica prāṇāyāma, los mantras como foco de meditación.  

Eternamente agradecida a Juan Pablo por mostrarme el camino hacia el Canto Védico, por ver en mi antes de que yo lo pudiera ver, mi afinidad con el SONIDO y cómo a través del sonido yo hice y hago mi transformación más profunda.  

En los próximos años comencé mis estudios de Canto Védico de la mano de Ana Merelles,  profesora de Canto Védico y amiga. Todavia recuerdo sus palabras cuando empezaba a dar mis primeros pasos: “Denise vos tenes aptitudes para enseñar esta herramienta”. Eternamete agradecida a Anita por mostrarme esa posibilidad, esa virtud en mí.

Tuve la suerte de realizar workshops con Radha Sundarajan,  gran profesora de Canto Védico de nuestra escuela en la India.

 

En el año 2011  me uní a Yogabaires (yogabaires.com.ar)  proyecto iniciado en Argentina por Gonzalo Rico Peña  y Lilita Engelmann, ambos profesores de yoga y yogaterapia del KHYF.  Yogabaires es hoy una de las Casas de Estudio más reconocidas en Argentina, donde se dictan Profesorados de Yoga y cursos de Posgrado, siguiendo la tradición de la Escuela de Krishnamacharya.

Comencé a  enseñar en el Profesorado  en el año 2012 y seguí involucrada hasta finales del año 2021, donde la corriente de la vida me volvió a llevar a Australia – Melbourne, lugar en el que viví  en el 2015  año sabático que disfrutamos en familia.

Durante ese año tuve la suerte de trabajar en el Profesorado de Barbara Brian en Agama Yoga Centre (agamayogacentre.com.au).   Barbara es  Profesora de Yoga  y Yogaterapia del KHYF, alumna directa de Desikachar.

En mis años de formar Profesores de Yoga junto a Gonzalo, enseñe:

  • Teoría y Planificación de Āsanas
  • Teoria y Planificación de Prāṇāyāma
  • Yoga Sutras Carpeta I y II
  • Canto Védico
  • Mentoria de Profesores

Desde el año 2016 que dicto  cursos de Posgrado en Yoga y Embarazo, los primeros años junto a Lilita Engelmann, y luego por mi cuenta.

Este es mi recorrido Yoguico hasta hoy, es lo que me define como “Denise profesora de Yoga”  pero también este  recorrido es lo que me define  a mí más allá de mi profesión, porque el Yoga fue y es el espejo que elijo para mirarme, para comprenderme.  A través del Yoga busco conectar con mi esencia y con el mundo que me rodea. Son sus herramientas las que me sirven de anclaje cuando hay tormenta, cuando todo cambia.  Son sus herramientas las que me permiten encontrar siempre una fuente de luz que me ilumina cuando me pierdo y me muestra el camino a casa. 

En Enero 2022 volvimos a  la tierra de los canguros y los koalas, el país que nos sedujo con sus playas y su naturaleza impactante. Esta vez llegamos para quedarnos, Violeta ya con 19 y Jaime 16, Jason y yo 51 años.  La vida no deja de sorprenderme con sus desafíos!    

Esté cambio me obliga a reeverme, a volver a encontrarme … a buscar esa luz dentro de mi que me enseña el camino.  Luz que encuentro cuando practico, cuando abro mi mat de yoga, me paro en Samasthiti, escucho mi respiración Ujjāyi y empiezo a moverme dejando que ese sonido me guíe. Luz que encuentro cuando recito el Gayatri mientras me muevo, o cuando simplemente abro mi libro de Canto Védico y sintonizo con el Universo.

Luz que se profundiza cuando puedo compartirla con mis alumnos, con mi familia, con mis amigos.